Las siluetas representan los policías asesinados del 1 de enero hasta el 16 de noviembre de 2016.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Cutumay Abajo, Verapaz, San Vicente.
¿QUÉ PASÓ?: El agente realizaba un operativo cuando fue atacado. Se convirtió en el primer agente asesinado del año 2016.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Parque del Mercado Regional, Usulután.
¿QUÉ PASÓ?: Sujetos con rostros cubiertos se le acercaron a las 6:30 a.m mientras desayunaba.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: En las cercanias de la terminal de autobuses de Sonsonate, en Sonsonate.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Colonia La Campiña II, Mejicanos, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?: El agente jugaba cartas y departía con un amigo cuando un sujeto se les acercó y les disparó. Ibarra murió en el lugar
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Colonia Belén, Apopa, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?: Desde un automóvil placas P-686-919 interceptaron al agente y le dispararon. A 500 metros abandonaron el vehículo. Era robado.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: En su vivienda, ubicada en el caserío Agua Fría, Colonia Las Mercedes, Quezaltepeque, La Libertad.
¿QUÉ PASÓ?: El director de la Policía, Howard Cotto, afirmó que el asesinato se debió al ejercicio de su profesión.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Encontrado en la morgue de Medicina Legal.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Caserío La Metaza, cantón El Jaguey, Conchagua, La Unión.
¿QUÉ PASÓ?: El bajo salario del agente lo obligó a trabajar en una funeraria de la Unión. Con la esperanza de vender uno de los servicios funerarios en un caserío de Conchagua, fue obligado a bajar del pick up en el que se conducía. A sus acompañantes los dejaron libres, al agente, pandilleros del sector lo asesinaron.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Ciudad Futura, Cuscatancingo, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?: Lo mataron al salir de su hogar. El agente es la décima víctima de la violencia contra policías. Era primo del historiador Carlos Cañas Dinarte.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Fue encontrado en las riberas del río Acelhuate, en Mejicanos, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?: Fue lapidado y luego decapitado. Al momento del hallazgo, el agente estaba sin sus documentos. Era padre de dos niños.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Colonia El Morral, Puerto de La Libertad, La Libertad.
¿QUÉ PASÓ?: En su día de licencia fue asesinado por 10 pandilleros de la 18, quienes lo mataron y le robaron el arma.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: 83a. Avenida Norte y pasaje 12 de Octubre, comunidad 12 de Octubre en la colonia Escalón, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?: Mientras arreglaba su vehículo, el agente fue atacado a quemarropa desde una camioneta placas P 7-297, por supuestos pandilleros de la zona.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Caserío La Rinconada, cantón Michapita, Santa Cruz Michapa, Cuscatlán.
¿QUÉ PASÓ?: En uno de los enfrentamientos más prolongados de la Policía contra miembros de pandilla, fue asesinado el investigador.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Caserío La Rinconada, cantón Michapita, Santa Cruz Michapa, Cuscatlán.
¿QUÉ PASÓ?: El agente acompañaba a un testigo criteriado cuando fue atacado por cuatro hombres y dos mujeres.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Avenida Rosvelt, San Miguel.
¿QUÉ PASÓ?: Andaba de civil y esperaba el transporte público frente a un centro comercial cuando lo acribillaron.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Cantón La Candelaria, El Carmen, Cuscatlán.
¿QUÉ PASÓ?: Sus familiares lo habían visto por última vez el 7 de mayo cuando estaba de licencia. Tenía 11 días de haber sido asesinado cuando su cuerpo se encontró en una fosa clandestina.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Barrio San Rafael, Puerto El Triunfo, Usulután.
¿QUÉ PASÓ?: Fue asesinado en la cervecería "La Taberna", en la Calle Sin Ley del barrio San Rafael mientras departía con amigos.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Fue atacado en un bús de la ruta 109 sobre la carretera Troncal del Norte, Colonia Santa Carlota, Apopa.
¿QUÉ PASÓ?: Cuando abordó la unidad los delincuentes inmediatamente le dispararon en el brazo y en el pecho. Estuvo 15 días ingresado en un hospital pero falleció.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Pasaje 16, colonia Santa Rosa, San Marcos, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?: Recibió una llamada de emergencia falsa y resultó atacado por pandilleros cuando el policía se dispuso a atender la supuesta emergencia.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: En su vivienda ubicada en el cantón Molinero, municipio de Verapaz, San Vicente.
¿QUÉ PASÓ?: Según el ex ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, el sargento fue asesinado en venganza por operativos y muertes de delincuentes en San Vicente.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Puerto El Caballo, Jucuarán, Usulután.
¿QUÉ PASÓ?: Fue privado de libertad y posteriormente decapitado. El agente frecuentaba la zona.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Kilómetro 23, Zaragoza, carretera al Puerto de La Libertad.
¿QUÉ PASÓ?: El agente se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas en su casa. Un miembro de la MS lo llevó a una cantina a continuar bebiendo. Al día siguiente, el agente fue encontrado muerto.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: En una pupusería en Santa Ana.
¿QUÉ PASÓ?: El agente trató de impedir que unos pandilleros asaltaran una pupusería en Santa Ana, donde él estaba comiendo con su familia.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: En la calle Primavera de la colonia Santa Fe en San Sebastián, San Vicente.
¿QUÉ PASÓ?: Fue emboscado por tres pandilleros cuando se dirigía a realizar sus labores.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Residencial Brisas de Jiboa II en San Vicente.
¿QUÉ PASÓ?: A las 7:30 de la noche, hombres armados irrumpieron la casa de Vásquez Mendoza y lo asesinaron.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Cantón Santa Cruz, San Rafael Cedros, Cuscatlán.
¿QUÉ PASÓ?: Él y dos policías más fueron emboscados por pandilleros. Ayala fue asesinado, sus compañeros resultaron heridos.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Joya El Zapote, Atiquizaya, Ahuachapán.
¿QUÉ PASÓ?: Marroquín y el agente Nelson Edgardo Paz Rivera intentaban rescatar a una víctima que había sido privada de libertad. Ambos perdieron la vida en el cumplimiento del deber por pandilleros que los atacaron.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Joya El Zapote, Atiquizaya, Ahuachapán.
¿QUÉ PASÓ?: Fue atacado por pandilleros desde un mototaxi. Falleció junto al sub comisionado Alberto Marroquín en el cumplimiento del deber.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON:En el hospital, San Marcos, San Salvador
¿QUÉ PASÓ?: De cinco a seis sujetos fuertemente armados atacaron a tres investigadores.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Tacuba, Ahuachapán.
¿QUÉ PASÓ?:La Policía dijo primero que él y el agente Óscar Rafael Aguilar habían sido atacados por pandilleros. Pero después se dijo que se investiga si los policías "se atacaron mutuamente".
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Tacuba, Ahuachapán.
¿QUÉ PASÓ?:La Policía dijo primero que él y el agente Rafael Antonio Mulato habían sido atacados por pandilleros. Pero después se dijo que se investiga si los policías "se atacaron mutuamente".
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Tenancingo, Cuscatlán.
¿QUÉ PASÓ?:El agente fue atacado por al menos cinco presuntos pandilleros cuando recién salía de su casa y se conducía en su motocicleta en una zona rural.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Mejicanos, San Salvador.
¿QUÉ PASÓ?:El agente había vivido en la colonia Juanita, de Mejicanos, pero tenía tres meses de haberse mudado. El día que lo asesinaron estaba de licencia y había llegado de visita al lugar.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: La Unión, La Unión.
¿QUÉ PASÓ?:Lo asesinaron supuestos pandilleros cuando iba a enflorar a su madre en el cementerio de La Unión.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: San Miguel.
¿QUÉ PASÓ?:Era el jefe de la caseta policíal del centro de San Miguel. Mientras iba a comprar su almuerzo fue interceptado por cinco sujetos y recibió cinco impactos de bala.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Santa Ana, Santa Ana.
¿QUÉ PASÓ?:Estaba de licencia. Lo interceptaron y asesinaron entre dos y cuatro sujetos en el cantón Cutumay Camones.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Ahuachapán
¿QUÉ PASÓ?: El cadáver tenía una herida profunda en el cuello, producida con arma blanca, y varias heridas por arma de fuego. Cerca del cuerpo encontraron cinco casquillos.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: cantón Flor Amarilla Abajo, Santa Ana
¿QUÉ PASÓ?:Él había advertido a sus colegas que la Mara Salvatrucha y la pandilla 18 lo tenían "en la lista" de personas que debían matar, ya que residía en una zona asediada por estos grupos.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: San Juan Opico, La Libertad
¿QUÉ PASÓ?:Iba a subirse a su vehículo cuando pandilleros le dispararon. Su cuerpo tenía heridas de bala en el rostro y la cabeza.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: Yucuaiquín, La Unión.
¿QUÉ PASÓ?:Flores participó en una audiencia judicial el 8 de noviembre. Al terminar se fue con otro agente al puesto policial de Yucuaiquín para pasar la noche. Sin embargo, Flores salió a las 9:00 de la noche para reunirse con una mujer. Pero no regresó.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON: San Sebastián, San Vicente
¿QUÉ PASÓ?:Él iba en su motocicleta cuando fue atacado con arma de fuego. Su cuerpo tenía lesiones en el tórax y la cabeza.
DÓNDE MURIÓ O LO HALLARON:Cantón San Juan Los Planes, Quezaltepeque, La Libertad
¿QUÉ PASÓ?:El pick-up en el que se conducía el subinspector, junto a su hijo, quien también era policía, y esposa, fue interceptado por pandilleros quienes les dispararon. Él y su hijo murieron en el lugar del ataque.
San Salvador presenta una cantidad de casos muy por encima del resto de departamentos del país.
El 2015 no ha sido el único año cruento para la Policía Nacional Civil. En 1998 y 1999 el número de policías asesinados llegó a 192. A lo largo de 23 años, más de 1,133 policías han sido asesinados.
Una tregua nacional y dos treguas locales precedieron al aumento de asesinatos de policías. El intento de reconciliación entre líderes de la MS y la pandilla 18 que presenció Humberto Carías, entonces coordinador del Programa Antimaras de la Policía Nacional Civil, el 23 de abril de 1996, falló: “El 80 % (de la tregua) fue un fracaso. El 20 % se fue en una caja o se fue con Dios”. Ese año hubo 69 policías asesinados. El “Tratado de consolidación de amor y paz” entre pandillas se firmó en El Congo, Santa Ana.
Quince días antes del acuerdo entre las pandillas de El Congo, hubo otra tregua en el municipio de San Martín. Misioneros de la fraternidad Amar, de la Iglesia Católica, mediaron entre los pandilleros que aceptaron una tregua. No todos estuvieron de acuerdo.
Cuando en el 2011 doce ciudadanos eran asesinados cada día, el ex ministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés, con la venia del ex presidente Mauricio Funes, avaló un pacto entre la pandilla 18 y la MS. Funes reconoció que la tregua bajó el número de homicidios. En 2011 hubo 4,371; entre ellos, 38 policías asesinados. El 2012 cerró con 2,594 homicidios y 40 policías asesinados. El gobierno atribuyó los 1,177 asesinatos menos a la tregua.
Los datos llevan a inferir que las treguas tuvieron como efecto, no la reconciliación de las pandillas, sino el aumento de policías asesinados. Pero el director de la Policía desde 1994 hasta 1999, Rodrigo Ávila, dice que los asesinatos de policías a finales de los noventa fueron por cuestiones personales, fuertes operativos contra bandas organizadas y resabios que dejó el conflicto armado. Ávila sostiene que para 2015, “los responsables de la mayor parte de homicidios a policías son los pandilleros”. Ese año hubo 86 policías asesinados. El criminólogo Carlos Carcach, atribuye los recientes homicidios de policías a la implementación de medidas extraordinarias y al enfrentamiento directo entre policías y pandilleros.
En 2014 hubo 256 enfrentamientos entre policías y pandilleros; y 676 en 2015. Esto corresponde a un aumento del 164 %. En esos hechos, 684 policías resultaron lesionados, según el Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (INCIDE).
La deportación que salpicó a la Policía
Hace 20 años, 1,126 delincuentes fueron deportados a El Salvador. De los repatriados, 580 eran indocumentados.
La Policía se interesó por saber quiénes eran los deportados y qué delitos cometieron en los Estados Unidos. El 8 de abril de 1997, Jesús Enrique Flores, un pandillero de la 18 tendió una emboscada a dos policías. El sargento Mario Sorto murió, mientras que el agente Óscar Castro resultó lesionado. El asesino era uno de los deportados. El arma con que disparó se encontró en un pozo del sector donde se escondía. “Nunca he tocado un arma”, dijo al ser capturado.
El acuartelamiento, la medida estatal
Los primeros cuatro meses de 2015 fueron asesinados 45 policías, casi el número total de policías asesinados en 2014, que fue de 58. Esto motivó a la comisión de Seguridad Pública de la Asamblea Legislativa a reformar el artículo 16 de la ley Orgánica de la Policía que obliga a los agentes a ser acuartelados cuando el director de la institución lo ordene.
En mayo, luego de la reforma, hubo 7 policías asesinados, la mitad que en abril.
El ex agente Marvin Reyes sirvió 20 años a la institución policial y califica el acuartelamiento como inhumano: “Las unidades no pueden contener al 100 % del personal. La Policía Nacional Civil no se fundó para ser acuartelada. Eso es un gran error”, dice. Mientras que Carcach opina: “Militarizar a la policía sería dar marcha atrás. La solución tampoco está en concentrarlos en centros habitacionales especiales”.
“Ciudad policía” fue la promesa de Mauricio Ramírez Landaverde ante las constantes amenazas a la vida de los policías. La ciudad, exclusiva para policías, permitiría sacarlos de las colonias dominadas por pandillas y resguardarlos en complejos habitacionales con vigilancia. Pero Rodrigo Ávila opina que “a quien hay que sacar de las colonias no es a los policías, sino a los pandilleros”. Sacar a los policías de las comunidades los convierte en “desplazados”, dice Carcach: “hablo de desplazamientos debido a la violencia. Ellos pasaría a formar parte de la cifra de desplazados”.
Los agentes son los más vulnerables ante los ataques de la delincuencia. Desde que se fundó la Policía Nacional Civil en 1992, 979 agentes y 101 cabos han sido asesinados.
Otra razón por la que Marvin Reyes rechaza el acuartelamiento es por el deterioro de algunas delegaciones policiales, como la Delegación Altavista en Soyapango o la Subdelegación Miramonte, que quedó sin energía eléctrica por impago del recibo en mayo de 2016. “Las delegaciones no reúnen ni los requisitos mínimos para que nos tengan 24 horas ahí”.
La suspensión de licencias es un “problema mayúsculo” dice Reyes. La solución es “blindar a la Policía” con una ley que castigue con largas condenas a quien agreda a un agente o a su familia.